Artist Portfolio
My work is influenced by two significant aspects of my life. First, I grew up in a Catholic household, where my upbringing was marked by faith, represented through religious figures and rituals, much like many Colombian homes. My visual environment was saturated with a variety of religious iconography, ranging from small statues to large paintings, encompassing various styles and forms. Second, I spent thirty years working behind the scenes in the television industry, and this experience has led me to find similarities between devotional practices and celebrity culture, both filled with rituals of worship.
This dialogue between religious culture, popular culture, and mass culture is a social phenomenon that transcends geographical boundaries, characterized by borrowing across different traditions. This process involves the fusion of heterogeneous elements without necessarily maintaining cultural coherence or resulting from a common dialogue or agreement. It manifests in the assimilation of diverse doctrines and traditions, stemming from the coexistence, accommodation, and assimilation of different beliefs in new social contexts.
In my work, I specifically aim to explore the dialogues between religious culture, popular culture, and mass television culture by displacing religious figures into everyday settings, incorporating popular cultural traditions. I seek to move religious figures out of their traditional ritual spaces and place them in more commonplace environments. To achieve this, I use elements of kitsch, digital language, and collage—tools that characterize contemporary art—to create my own vision of the religious.
I am fascinated by popular objects because they seem to reinterpret the baroque and kitsch aesthetics present in both realms. I am interested in exploring new forms using forgotten objects and recovering cultural elements. I think of rhymes, sayings, photographs, prints, crafts, and even folklore. Using these elements, I construct dioramas or small lighted scenes in boxes that reference television and theater, while also resembling miniature figures of houses, churches, and balconies commonly found in Colombian crafts.
My artistic proposal aims to celebrate the unacceptable, embracing the inconvenient and politically incorrect as tools to challenge established norms and promote open-mindedness. By subverting the viewer’s expectations and transcending the boundaries of the conventional, the work invites a questioning of the belief systems that govern our society.
I am interested in highlighting the coexistence of the transcendent and the superficial. I believe that both religion and entertainment have contradictions, appearances, and superficialities. Both realms offer a hopeful effect: a kind of momentary happiness that becomes necessary in a world that many of us sometimes find challenging.
The use of redundancy and illusionism in my work refers to the inherent contemporary simulacrum, where reality becomes blurred in favor of an alternate and fragile world. Through the manipulation of perception and the creation of a parallel reality, the work challenges the viewer to question their own perceptions and prejudices, inviting them to explore new ways of understanding the world around them.
In summary, my artistic project represents an attempt to explore the complex interactions between the sacred and the profane in contemporary society, using aesthetic and conceptual tools to challenge established conventions and promote a critical dialogue on fundamental topics such as religion, culture, memory, and identity.
Mi trabajo está influenciado por dos aspectos importantes en mi vida. En primer lugar, crecí en un hogar católico y mi crianza estuvo marcada por la fe representada en figuras religiosas y rituales, al igual que buena parte de los hogares colombianos. Sin embargo, mi entorno visual estuvo saturado por una variedad de elementos de la iconografía religiosa, que iban desde pequeñas estatuas hasta grandes pinturas, abarcando diversos estilos y formas. En segundo lugar, trabajé detrás de cámaras en la industria de la televisión durante treinta años, y gracias a esta experiencia he encontrado similitudes entre las prácticas de la devoción y la figura de la celebridad, ambas repletas de rituales de adoración.
Este diálogo entre la cultura religiosa, la cultura popular y la cultura masiva es un fenómeno social que trasciende las fronteras geográficas y está caracterizado por préstamos entre diversas tradiciones. Este proceso implica la fusión de elementos heterogéneos sin necesariamente mantener una coherencia cultural o haber sido resultado de un diálogo o acuerdo común. Este diálogo se manifiesta en la asimilación de doctrinas y tradiciones diversas, producto de la cohabitación, acomodación y asimilación de diferentes creencias en nuevos contextos sociales.
En mi trabajo, específicamente, me interesa explorar los diálogos entre la cultura religiosa, la cultura popular y la cultura masiva de la televisión, para lo cual desplazo las figuras religiosas hacia entornos cotidianos, incorporando tradiciones culturales populares. Busco llevar figuras religiosas fuera de los espacios rituales a los que tradicionalmente pertenecen y situarlas en entornos más cotidianos. Para lograrlo, me valgo de elementos del kitsch, del lenguaje digital y del collage, herramientas que caracterizan la contemporaneidad para crear mi propia visión de lo religioso.
Encuentro una fascinación por el objeto popular, ya que ese objeto parece resignificar las estéticas barrocas y kitsch que están presente en ambos universos. Tengo interés en investigar nuevas formas a partir de objetos que han sido olvidados y recuperar elementos culturales. Pienso por ejemplo en las rimas, los refranes, las fotografías, estampas, artesanías e incluso el folclor. A partir de estos elementos construyo dioramas o pequeños escenarios en cajas con luz, que hacen referencia a la televisión, al teatro y al mismo tiempo se asemejan a las figuras en miniaturas de casas, iglesias y balcones de fincas, elementos comunes en las artesanías colombianas.
Mi propuesta artística busca celebrar lo inaceptable, abrazando lo inconveniente y lo políticamente incorrecto como herramientas para desafiar las normas establecidas y promover la apertura mental. Al subvertir las expectativas del espectador y trascender los límites de lo convencional, la obra invita a cuestionar los sistemas de creencias que rigen nuestra sociedad.
Me interesa señalar la convivencia entre lo trascendental y lo superficial. Pienso que tanto en la religión como en el entretenimiento existen contradicciones, apariencias y superficialidades. Ambos universos brindan un efecto esperanzador: una suerte de felicidad momentánea que se vuelve necesaria en un mundo que muchos sentimos a veces difícil.
El uso de la redundancia e ilusionismo en la obra nos remite al inmanente simulacro contemporáneo, donde la realidad se desdibuja en función de un mundo alterno y frágil. A través de la manipulación de la percepción y la creación de una realidad paralela, la obra desafía al espectador a cuestionar sus propias percepciones y prejuicios, invitándolo a explorar nuevas formas de entender el mundo que lo rodea.
En resumen, mi proyecto artístico representa un intento de explorar las complejas interacciones entre lo sagrado y lo profano en la sociedad contemporánea, utilizando herramientas estéticas y conceptuales para desafiar las convenciones establecidas y promover un diálogo crítico sobre temas fundamentales como la religión, la cultura, la memoria y la identidad.